
Autorretrato de Coleridge
Dibuja su rostro desollado:
la imagen es sepia
y curvo el trazo de la nariz.
La infamia que da vuelta
a la madrugada desviste
su pensamiento.
Esboza una sonrisa:
en sus ojos se desfondan
un par de gaviotas,
tres peces barbados
y un marinero viejo.