Del sótano a la azotea
Escalón por escalón
vamos subiendo
sin podernos regresar
ni detener.
Nos parece recordar
que la escalera
proviene de un lejano
sótano en sombras.
Presentimos que conduce
a una azotea silenciosa,
abierta hacia una noche
sin estrellas.
cielo abierto
El deseo apasionado
de mirar a cielo abierto
las estrellas
me sostuvo en la evasión.
Y ahora que descubrí
que las estrellas sólo están
en el cristal de la ventana,
me pregunto si de Dios
habrá algo más
que su voz en el teléfono.