Instituto Literario de Veracruz

Aforismos

Aforismos

Anne Archet

No he leído pornografía más obscena que el discurso de un censor.

¿Por qué hay tan pocas cárceles de mujeres en el mundo? Porque el mundo mismo es una cárcel para las mujeres.

Los humanos son tontos hasta las lágrimas. Afortunadamente algunos todavía me hacen reír.

A través de sus orgías conocemos la grandeza de las civilizaciones.

Sin el café sólo la vida sería negra y amarga.

El odio del hombre hacia el hombre es tan poderoso que mi desdén parece benigno.

Qué remedio: mi naturaleza interesa más que mi cultura.

No me molesta la mediocridad, sino su reinado.

Sería exclusivamente lesbiana si a las mujeres no les gustaran tanto las compras.

Amar es abdicar con complacencia.

No optaré por el suicidio mientras exista el chocolate.

No es la verdad de los otros lo que me interesa, sino la cualidad de mi error.

En el momento en que un pensamiento me seduce le busco la trampa.

La verdadera poesía no huele a rosas, sino a opio. O acaso a gas lacrimógeno.

Las sociedades que alcanzaron un alto grado de civilización menosprecian el trabajo ¿Qué debemos pensar de la nuestra?

Llamo moral todo aquello que ahoga mi voz.
Jamás me atrevería a insinuar que los intelectuales son putas. Sería un insulto a esas valientes mujeres que se ganan tan duramente la vida.

Me gusta la literatura erótica porque es la única que permite que se tome el control del cuerpo del lector.

La orgía es el misticismo de las sociedades sin Dios.

¡Qué no daría yo por ser gorda, fea y estar segura de mi talento!

La ética del trabajo es la moral de los esclavos.

El erotismo podría considerarse la revancha del espíritu sobre la bobería de las glándulas.

Sólo me gustan los hombres lo bastante fuertes y viriles para ser dulces y tiernos.

Que la revolución sea imposible es razón suficiente para hacerla.

Prefiero el gesto cruel sobre el pensamiento chico.

Todo aquello que nos distingue nos aísla.

Triste realidad: Siento rápido, entiendo más bien lentamente, y sólo reflexiono al escribir.

La familia es para mí una fuente inagotable de agotamiento.

No hay día en que no compruebe con satisfacción que mi inmenso egoísmo me ha salvado.

Dormir me aburre.

Lo que más me gusta de las novelas eróticas es la introducción.

Traducción: Maliyel Beverido

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